Recuerdo como aficionado ese 30 de junio ¿como no recordarlo? Si desde la primera gota que se escapó hasta la última putié como el mas desgraciado ser de la humanidad. Como el peón mas dolorido que sintió herida su espalda por el rey mágico y pícaro. Cosa que tienen siempre los reyes, magia y picardía. Un poco de la primera para hacerle creer al mundo que su poder viene del más allá, y la segunda para sacar ese haz de ventaja en el momento justo en el lugar indicado. Pero ese 30 de junio, la puta madre... ese 30 de junio que me voy a acordar yo de la desigualdad de un mundo injusto, del choreo del congreso, de la despenalización de la marihuana, de los crímenes de lesa humanidad, de la dictadura... nada de eso. Era la redonda y la mediática invasión gustosa que todos sentimos cada cuatro años. Cuatro años que no son mas que el impass para una nueva emoción. Se supone que los penales son la cruda suerte. ¿pero son solo eso? ¿no debe ser acompañada? Se me cayó la estantería de los conceptos argentos, nos creemos vivos, como los brazucas que lo sufrieron al pelado y quedaron afuera, creemos tener un haz bajo la manga para gambetar todas las circunstancias como si fuéramos una especie de diegos con rulos del 86. La cosa es que en el evento mas grande y popular del mundo deportivo como es un mundial de fútbol, donde el comercio y el turismo invade al auténtico juego de pelota para convertirlo en un sentimiento nacionalista casi bélico, en ese momento -la puta madre- en que nadie se acordaba de la inocencia del picado, en ese mismísimo instante... los alemanes demostraron ser de potrero.
Yo le puse "el pucho" Lehman de verlo jugar en la liga alemana. Pero apartir de ese momento, que pucho ni pucho, se me embraveciò el calificativo hasta llegar a lo mas hondo de la bronca. El desgraciado este sacó un papel con sus guantes grandes de entre su rodilla. La media alta de la derecha escondía la picardía que siempre creímos argenta ¿cuanta probabilidad existe en que un jugador ejecute el penal al lugar donde "el ex pucho" tiene marcado arrojarse? de cuatro jugadores ¿cuantos patearán para donde señala el machete aleman? ¿todos chutean siempre siempre para el mismo lado? ¿cual es el porcentaje? ¿fue suerte o un estudio real y efectivo?.
Recuerdo que me paré frente a la tv catorce pulgadas que estaba rodeada como por veinte con banderas, puchos y mates dulces que intentaban bajar los nervios. Me paré -decía-, estiré el brazo derecho y lo contraje varias veces al grito desesperado de "eso no vale juéz, juéz" aumentanto progresivamente el volumen -como si desde Alemania me fuera alguien a escuchar-.
La red germana de espionaje nos estudio, no a los jugadores, a todos los argentinos. Como la CIA a latinoamerica. Se nos infiltraron, violaron nuestra privacidad... eso no debe ser concebido solo como una avivada, es un crimen nacional, mundial... por mucho menos de eso Estados Unidos crea una excusa para invadir algún rincón de Centroamerica. Que queres que te diga!!, nos cagaron.
Pero claro!!! como vamos a obviar ese detalle que en este momento -tres años después- se me viene a la cabeza mientras leo estas líneas para la facultad. Allí estaba el quid de la cuestión, deberíamos haberlos estudiados como ellos a nosotros.
!Pero si nosotros los estudiamos todo el tiempo a los germanos estos! !Que salames, ves... eso es estudiar para aprobar el final y no aplicarlo a la vida cotidiana!
¿Para que estudiamos -desde este lado del mundo sometido- el existencialismo alemán, Niestche, Heiddeger y todos esos muchachos? ¿que suerte ni suerte? Pero si dice claramente el existencialismo alemán en sus postulados de este libro viejo que leo para la vieja tarada de sociología, mirá mirá :"El existencialismo generalmente defiende la no existencia de un poder trascendental que lo determine; esto implica que el individuo es libre y, por ende, totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema de creencias externo a él".
Vos podes creer. Que suerte ni suerte hermano. Claro, nosotros seguimos con la curandera de la vuelta y la que tira las cartas para vislumbrar destinos, mientras los alemanes van hacía él. Ahí está, en esa pavada está el engranaje de la bicicleta... en el juego se ven las diferencias ¿culturales? entre el europeo nórdico y el sudaca atrasado. Pero mas vale, mira cuando me viene a caer la ficha. Maradona no fue fruto de la suerte muchachos, fue un hombre responsable, tan individual -como para gambetar a seis- como colectivo para ir a buscar la pared, con coraje y rapidéz. Pero no siempre tenemos un maradona entre los once. Entonces "por mala suerte" -digamos- se lesionó el Pato y quedamos afuera, listo.
Debo concluir -y ahora sin ese frenessí que traía segundos atrás- que por no haber bajado a la práctica lo estudiado sobre el existencialismo alemán, perdimos, siempre perdemos por eso. Lehman buscó su suerte positiva y no se dejó arrastrar por el facilismo de los azares. Recién ahora me doy cuenta, recién ahora cuando volvemos a buscar el azar en forma de destino como cuál comprador de piza empaquetada nunca podrá comer una tan rica como la cacera.